lunes, 23 de septiembre de 2013

Entrevista al Dr. Agustín Zúñiga Gamarra

“Es indispensable la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología”
                                                                                    
Por: Carmen Jallo Calderón

El Dr. Agustín Zúñiga Gamarra es físico de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), doctor en Física por la Universidad de Campinas, Brasil, con postdoctorado en electrónica molecular por la Universidad Carolina del Sur (USA). Desde 1980 trabaja en el IPEN como especialista en Física Experimental de Reactores Nucleares y Aplicaciones de las Huellas Nucleares. Fue Director de Cooperación Técnica del IPEN y Director General de Instalaciones. También se desempeñó como Director Ejecutivo de PROMPYME. Actualmente, ejerce la docencia como Docente Principal de la facultad de Física de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).

El capital humano es fundamental para mantener nuestro ritmo de crecimiento económico. Actualmente, en el campo científico, sabemos que nuestro país sufre un proceso de descapitalización humana con la fuga de cerebros.





¿Cuál sería la propuesta para que nuestros compatriotas no sigan migrando?  

No hay proceso que finalmente no tenga que sustentarse en el humanware (capital humano), con él puedes lograr otros factores, como el software (procedimientos) y el hardware (materiales). Cuando nos referimos a la fuga de talentos, deberíamos aclarar, que son aquellos que han logrado concluir su universidad, y salen para culminar su postgrado. Este es el camino natural de un profesional de ciencias que aspira a tener el dominio de la especialidad a gran nivel. Cosa que no podría hacerlo si se queda en nuestro país, porque, lamentablemente no están dadas las condiciones. Así, el problema de la descapitalización se resolvería en los dos niveles señalados:

1) Dotar de mejores condiciones a las universidades para que los jóvenes puedan alcanzar un gran nivel en las líneas del conocimiento.

2) Dotar de incentivos económicos y laborales a los científicos que ya se han calificado en el exterior para que retornen. Estas dos medidas, parecen ser estrictamente económicas, pero no es solo eso, también está en la modificación de visión de los conductores de las universidades (academia), que no se renuevan y ven a los cargos como única salida, convirtiéndose en obstaculizadores en lugar de promotores.

Existen buenas iniciativas como la del Encuentro Científico Internacional (ECI) que reúne profesionales que se encuentran en el extranjero.

 ¿Cómo lograr un mayor compromiso de estos científicos que tienen el interés de transferir sus conocimientos?

Ciertamente es una buena iniciativa, sin embargo falta el paso siguiente, que es la realización de proyectos conjuntos. Lo que se nota es que ellos vienen como de vacaciones, luego retornan y todo quedó ahí. El valor real y continuidad debería darse cuando las instituciones toman partido de sus egresados, por ejemplo: ¿Cuáles son los proyectos de los egresados de la UNI o UNMSM con sus instituciones? Casi ninguno, es decir, ¿Si ni con su propia alma mater no se coaligan, como podrían hacerlo con otros? Entonces, las primeras medidas, deberían ser:

1)      Levantar un banco de egresados de cada universidad con su respectiva especialidad.
2)      Preparar proyectos de interés nacional.
3)      Plantear proyectos conjuntos de interés mutuo. Así cuando vuelvan a venir ellos hablarán de los proyectos conjuntos y promoverían la integración de futuros científicos.

La brecha de conocimiento entre la ciencia y la tecnología es cada vez más grande.
¿Cuáles serían las políticas públicas encaminadas a mejorar esta situación?   

Es verdad, pero antes definamos o pongamos algún ejemplo para entender mejor esto. De    un lado ciencia, es el conocimiento generado de un determinado campo sin mirar alguna aplicación práctica. Mientras que tecnología es el conocimiento disponible para producir instrumentos o equipos, es decir conocimiento conducente al aprovechamiento práctico de la ciencia (o del conocimiento científico). Por ejemplo tener la tecnología nuclear, significaría, que disponemos la capacidad de hacer centrales nucleares,  plantas de irradiación, radioisótopos etc., pero ciencia nuclear significaría la capacidad que tenemos en producir conocimientos sobre propiedades del núcleo, secciones transversales para determinadas reacciones, etc.  Entonces, ¿dónde estamos? o ¿qué brecha las separa una de la otra?  Necesitamos alguna medición. Para ello se utilizan indicadores, para el primer caso se consideran las publicaciones. Y en lo segundo las patentes. En el caso peruano, deberíamos diversificar los campos.  Pero aglutinando todas las áreas, estamos en los últimos lugares (Ver: Libro de Concytec). Su pregunta ahora, nos plantea el reto de proponer algunas ideas o políticas públicas. ¿Qué debería hacer el estado? En tanto las ideas no se efectivizan si no hay presupuesto e institución u organismo responsable de la ejecución de una política. En ciencia y tecnología se requiere de una institución que cumpla ese papel, por ello es indispensable la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Algunas políticas:
-         Política del Pan Digital (consistente en que no debe haber niño de las escuelas primaria y secundaria sin acceso a internet).
-         Política de la Recuperación de Talentos (consistente de mejorar las condiciones económicas y laborales para que retornen lo posgraduados del extranjero).
-         Política de los Laboratorios Nacionales (consistente en laboratorios con infraestructura adecuada, descentralizado, por cada región).
-         Política de las Casas de la Ciencia (consistente en cada provincia o distrito se implementan ambientes para hacer ciencia de manera divertida y con materiales simples acorde a la realidad local).

Se podrían seguir haciendo más, pero no tendría sentido si no existe lo principal, la decisión política de acceder a algo y proveer de los medios para ese propósito.

¿Podría ilustrarnos sobre algunos casos de países cercanos donde están atrayendo y       vinculando talentos con proyectos de impacto?

La fuga de talentos no va detenerse, porque tiene que ver con la libertad de cada uno. Lo que queda es convertirla en una oportunidad mediante programas de recuperación y/o participación de los peruanos en el exterior. La historia presenta  ejemplos. En 1996, el 40% de empresas instaladas en Hisinchu (Taiwan) fueron fundadas con repatriados básicamente de Silicon Valle de los EEUU. Hoy Taiwan se ha convertido en el principal productor en el mundo de semiconductores, computadores portátiles etc. Cosa parecida ha ocurrido en Bangalone (India), ciudad conocida mundialmente por su producción de software con un valor de más de 18 mil millones de dólares en el 2005. Igual se puede decir de Corea del Sur, Israel y China, países que han fortalecido sus industrias gracias a la repatriación de científicos emprendedores.

Otros programas de recuperación son: en 1977 la UNCTAD en la India; el TOKTEN (Transfer of Knowledge Trough Expatriate Nationals) de la PNUD, en el que participan hoy Líbano, Pakistán  y Palestina. El programa español INGENIO 2010. El Plan Escolar China 100 para repatriar a 100 personas formadas para trabajar en la Academia de Ciencias. Argentina creó en 1985 el PROCTTEX para la repatriación de científicos, y en 1999 fundó el programa CRE@R, con el objetivo de generar bases de datos de emigrantes profesionales argentinos en el extranjero.

Continuando con las redes se tienen en Colombia Caldas y Argentina, R@ices (Red de Argentinos Investigadores y Científicos en el Exterior). Entre las experiencias mejor sucedidas puede citarse a la de Argentina, que creó la red ECODAR, con el fin de organizar y coordinar acciones de cooperación entre argentinos en el extranjero con residentes en el país, en campos de la ciencia, tecnología y el soporte de empresas. Esta red coligan otras asociaciones de estudiantes y académicos del extranjero como, ANACITEC, CEGA y  APARU.


En el Perú no comenzamos con estas organizaciones y siempre estamos a la zaga, porque de los esfuerzos individuales debería pasarse a acciones de política. Por ello, nuevamente debiera anotarse hacia la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, pero también a la organización de los peruanos en el exterior e integrarlos a ellos en el sistema de ciencia y tecnología nacional.

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