“Es indispensable la creación
de un Ministerio de Ciencia y Tecnología”
Por: Carmen Jallo Calderón
El Dr. Agustín Zúñiga Gamarra es físico de la Universidad Nacional
de Ingeniería (UNI), doctor en Física por la Universidad de
Campinas, Brasil, con postdoctorado en electrónica molecular por la Universidad Carolina
del Sur (USA). Desde 1980 trabaja en el IPEN como especialista en Física
Experimental de Reactores Nucleares y Aplicaciones de las Huellas Nucleares.
Fue Director de Cooperación Técnica del IPEN y Director General de
Instalaciones. También se desempeñó como Director Ejecutivo de PROMPYME.
Actualmente, ejerce la docencia como Docente Principal de la facultad de Física
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
El capital humano es
fundamental para mantener nuestro ritmo de crecimiento económico. Actualmente,
en el campo científico, sabemos que nuestro país sufre un proceso de
descapitalización humana con la fuga de cerebros.
¿Cuál sería la propuesta
para que nuestros compatriotas no sigan migrando?
No hay proceso que finalmente no
tenga que sustentarse en el humanware
(capital humano), con él puedes lograr otros factores, como el software (procedimientos) y el hardware
(materiales). Cuando nos referimos a la fuga de talentos, deberíamos aclarar,
que son aquellos que han logrado concluir su universidad, y salen para culminar
su postgrado. Este es el camino natural de un profesional de ciencias que
aspira a tener el dominio de la especialidad a gran nivel. Cosa que no podría
hacerlo si se queda en nuestro país, porque, lamentablemente no están dadas las
condiciones. Así, el problema de la descapitalización se resolvería en los dos
niveles señalados:
1) Dotar de mejores condiciones a
las universidades para que los jóvenes puedan alcanzar un gran nivel en las
líneas del conocimiento.
2) Dotar de incentivos económicos
y laborales a los científicos que ya se han calificado en el exterior para que
retornen. Estas dos medidas, parecen ser estrictamente económicas, pero no es
solo eso, también está en la modificación de visión de los conductores de las
universidades (academia), que no se renuevan y ven a los cargos como única
salida, convirtiéndose en obstaculizadores en lugar de promotores.
Existen buenas iniciativas como
la del Encuentro Científico Internacional (ECI) que reúne profesionales que se
encuentran en el extranjero.
¿Cómo lograr un mayor compromiso de estos
científicos que tienen el interés de transferir sus conocimientos?
Ciertamente es una buena
iniciativa, sin embargo falta el paso siguiente, que es la realización de
proyectos conjuntos. Lo que se nota es que ellos vienen como de vacaciones,
luego retornan y todo quedó ahí. El valor real y continuidad debería darse
cuando las instituciones toman partido de sus egresados, por ejemplo: ¿Cuáles
son los proyectos de los egresados de la
UNI o UNMSM con sus instituciones? Casi ninguno, es decir, ¿Si ni con su propia alma mater no se coaligan, como podrían hacerlo con otros?
Entonces, las primeras medidas, deberían ser:
1)
Levantar un banco de egresados de cada universidad con
su respectiva especialidad.
2)
Preparar proyectos de interés nacional.
3)
Plantear proyectos conjuntos de interés mutuo. Así
cuando vuelvan a venir ellos hablarán de los proyectos conjuntos y promoverían
la integración de futuros científicos.
La brecha de conocimiento entre
la ciencia y la tecnología es cada vez más grande.
¿Cuáles serían las políticas públicas
encaminadas a mejorar esta situación?
Es verdad, pero antes definamos o
pongamos algún ejemplo para entender mejor esto. De un lado ciencia, es el conocimiento
generado de un determinado campo sin mirar alguna aplicación práctica. Mientras
que tecnología es el conocimiento disponible para producir instrumentos o
equipos, es decir conocimiento conducente al aprovechamiento práctico de la
ciencia (o del conocimiento científico). Por ejemplo tener la tecnología
nuclear, significaría, que disponemos la capacidad de hacer centrales
nucleares, plantas de irradiación,
radioisótopos etc., pero ciencia nuclear significaría la capacidad que tenemos
en producir conocimientos sobre propiedades del núcleo, secciones transversales
para determinadas reacciones, etc.
Entonces, ¿dónde estamos? o ¿qué brecha las separa una de la otra? Necesitamos alguna medición. Para ello se
utilizan indicadores, para el primer caso se consideran las publicaciones. Y en
lo segundo las patentes. En el caso peruano, deberíamos diversificar los
campos. Pero aglutinando todas las
áreas, estamos en los últimos lugares (Ver: Libro de Concytec). Su pregunta
ahora, nos plantea el reto de proponer algunas ideas o políticas públicas. ¿Qué
debería hacer el estado? En tanto las ideas no se efectivizan si no hay
presupuesto e institución u organismo responsable de la ejecución de una
política. En ciencia y tecnología se requiere de una institución que cumpla ese
papel, por ello es indispensable la creación de un Ministerio de Ciencia y
Tecnología.
Algunas políticas:
-
Política del Pan Digital (consistente en que no
debe haber niño de las escuelas primaria y secundaria sin acceso a internet).
-
Política de la Recuperación de
Talentos (consistente de mejorar las condiciones económicas y laborales para
que retornen lo posgraduados del extranjero).
-
Política de los Laboratorios Nacionales (consistente
en laboratorios con infraestructura adecuada, descentralizado, por cada región).
-
Política de las Casas de la Ciencia (consistente en
cada provincia o distrito se implementan ambientes para hacer ciencia de manera
divertida y con materiales simples acorde a la realidad local).
Se podrían seguir haciendo más,
pero no tendría sentido si no existe lo principal, la decisión política de
acceder a algo y proveer de los medios para ese propósito.
¿Podría ilustrarnos sobre
algunos casos de países cercanos donde están atrayendo y vinculando talentos con proyectos de
impacto?
La fuga de talentos no va
detenerse, porque tiene que ver con la libertad de cada uno. Lo que queda es
convertirla en una oportunidad mediante programas de recuperación y/o
participación de los peruanos en el exterior. La historia presenta ejemplos. En 1996, el 40% de empresas instaladas
en Hisinchu (Taiwan) fueron fundadas con repatriados básicamente de Silicon
Valle de los EEUU. Hoy Taiwan se ha convertido en el principal productor en el
mundo de semiconductores, computadores portátiles etc. Cosa parecida ha
ocurrido en Bangalone (India), ciudad conocida mundialmente por su producción
de software con un valor de más de 18
mil millones de dólares en el 2005. Igual se puede decir de Corea del Sur,
Israel y China, países que han fortalecido sus industrias gracias a la
repatriación de científicos emprendedores.
Otros programas de recuperación
son: en 1977 la UNCTAD
en la India; el
TOKTEN (Transfer of Knowledge Trough Expatriate Nationals) de la PNUD, en el que participan
hoy Líbano, Pakistán y Palestina. El
programa español INGENIO 2010. El Plan Escolar China 100 para repatriar a 100
personas formadas para trabajar en la Academia de Ciencias. Argentina creó en 1985 el
PROCTTEX para la repatriación de científicos, y en 1999 fundó el programa
CRE@R, con el objetivo de generar bases de datos de emigrantes profesionales
argentinos en el extranjero.
Continuando con las redes se
tienen en Colombia Caldas y Argentina, R@ices (Red de Argentinos Investigadores
y Científicos en el Exterior). Entre las experiencias mejor sucedidas puede
citarse a la de Argentina, que creó la red ECODAR, con el fin de organizar y
coordinar acciones de cooperación entre argentinos en el extranjero con
residentes en el país, en campos de la ciencia, tecnología y el soporte de
empresas. Esta red coligan otras asociaciones de estudiantes y académicos del
extranjero como, ANACITEC, CEGA y APARU.
En el Perú no comenzamos con
estas organizaciones y siempre estamos a la zaga, porque de los esfuerzos
individuales debería pasarse a acciones de política. Por ello, nuevamente
debiera anotarse hacia la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, pero
también a la organización de los peruanos en el exterior e integrarlos a ellos
en el sistema de ciencia y tecnología nacional.